Ubicado en una antigua fábrica textil, Esklandestino es un espacio de arquitectura industrial a tan solo dos minutos de Plaza España, preparado y acondicionado para acoger eventos culturales, presentaciones de producto o encuentros corporativos, entre otros.
Esklandestino nace gracias a la familia Serrahima, que realizaba su actividad textil en Barcelona y poco antes de la Guerra Civil Española se declaró un incendio en sus instalaciones, que obligó a la familia a tener que alquilar una antigua fábrica de vidrio situada en la calle Méjico de la ciudad condal, para poder secar las balas de algodón, mojadas por la intervención de los bomberos tras el incendio. Tras finalizar la guerra, la familia adquirió la propiedad de este edificio y empezó a desarrollar ahí toda su actividad textil hasta los años 70, y es a partir de ese momento, cuando se trasladó el negocio a un local más pequeño en Hospitalet de Llobregat con el fin de poder alquilar las antiguas instalaciones a pequeños industriales, dada su cercanía a la Feria de Barcelona.
A partir del 2008, la tercera generación de la familia inicia la puesta en marcha de Espai Serrahima, rehabilitando los espacios para destinarlos a actividades creativas relacionadas con el arte, la gastronomía, el diseño, la arquitectura y el interiorismo. Es en uno de estos espacios donde nace Esklandestino, en una antigua galería de arte, finalista de los premios FAD de Arquitectura.
La singularidad de este lugar reside en la capacidad para adaptarse a las constantes transformaciones y albergar grandes acontecimientos en la ciudad de Barcelona. Puede transformarse en un lugar para celebrar reuniones, presentaciones, workshops, exhibiciones, conciertos, desfiles y otras actividades que requieran la atmósfera y distribución que ofrece el lugar.
Cuando atraviesas las puertas de Esklandestino, entiendes a la perfección el nombre. Es un lugar algo secreto, que no se aprecia a primera vista, sino que se descubre al seguir los rótulos que te dirigen a un gran edificio de paredes blancas perfecto para celebrar eventos de entre 80 y 250 pax. Su origen industrial se aprecia especialmente en sus techos altos, los materiales y el estilo de construcción. La altura de las paredes y la luz natural que entra por las claraboyas situadas en el techo hacen que el lugar sea muy amplio y luminoso. Los techos de madera le dan una solidez y calidad que recuerdan su historia, ya que son los originales de la finca.
El espacio se alquila en su totalidad y el precio varía según la magnitud del evento. Es de gran dimensión con rincones muy aprovechables.
Como se ve en la imagen a continuación, tiene unas columnas que separan la estancia y la convierten en dos naves “vistas” que pueden ser independientes la una de la otra, y muy apropiadas para ubicar a los invitados y el catering en dos zonas contiguas, espaciosas y separadas visualmente. Para tener una idea de la capacidad según el formato de evento, en Esklandestino se puede celebrar un cóctel con posibilidad de acoger hasta 250 personas o, si lo prefieres, podrás realizar una cena con mesas redondas o largas con capacidad hasta 190 personas u organizar unas ponencias con un aforo de unas 250 personas. Uno de sus puntos fuertes, es que puedes realizar presentaciones de automoción, al estar en la planta baja, los vehículos pueden entrar perfectamente.
El venue destaca por estar muy bien preparado. Dispone de recepción, un altillo privado de 70 m2, guardarropía, office de 70 m2 y 5 baños (uno de ellos adaptado). Es un espacio muy bien equipado y algo que no esperas de un lugar que aparentemente parece vacío. Que tengan todos los servicios mínimos ya pensados es un gran punto a favor. Por ejemplo, la zona del office está preparada con zona de aguas y extracción para los caterings y otra de las ventajas, es que podrás disfrutar de un evento con música hasta las 2:30H.
El lugar tiene un efecto sorpresa para el invitado que va in crescendo desde la pequeña entrada tan clandestina y el pasillo largo de paredes blancas, al gran espacio que surge en su interior. En Impresiona imaginar la infinidad de posibilidades que ofrece este venue.
Como Esklandestino se encuentra en una antigua fábrica modernista flanqueada por galerías y atelieres de artesanos y artistas, lo hace un lugar muy singular y especial. Los fines de semana, dan la posibilidad alquilar el espacio junto al patio interior y disfrutar del aire libre o realizar la copa de bienvenida ahí. Si ya es un lugar bonito de día, os aseguramos que de noche es precioso con las lucecitas iluminando el patio...
Al estar rodeado de un ambiente tan creativo y artístico, este singular venue incita a combinar la esencia del evento con arte, música, baile... y así conseguir el mismo toque distintivo que tienen sus locales de los alrededores. ¿Os inspira?
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